miércoles, 20 de febrero de 2008

LA POLICIA Y LA LEY DE EFECTO POLITICO

En tiempos de convulsión social , la policía debe centrar su accionar en mantener el " orden interno democrático" para evitar que un futuro , cuando termine el gobierno de turno, sea víctima de la ley del efecto político y la ley de la responsabilidad reflejada.

La muerte de cuatro campesinos en el paro agrario, dos de ellos de la Quinua(Ayacucho) y otro de Barranca y numerosos heridos como resultado de las balas disparadas por la policía debe hacernos reflexionar sobre el verdadero rol que debe cumplir la policía en un estado de Derecho para evitar que sea utilizada como “arma política” o brazo represor de un gobierno de turno ; más aún , ahora que existe el Decreto Legislativa N° 982 que modifica el artículo 20 del Código Penal y declara inimputables a los miembros de la policía que causan lesiones o muerte en el cumplimiento de su deber y en uso de las armas de forma reglamentaria; en resumen, una licencia para matar o lesionar.

En nuestro medio no existe escenarios propicios para que policías, ex policías se dediquen a desarrollar la doctrina policial o la ciencia policial . En otras latitudes existen los que se conoce como "policiólogos” o estudiosos de la ciencia y tecnología policial .

Esto hace que nuestros centros superiores de estudios estén más abocados a estudiar temas que no tienen relación con la doctrina policial o la ciencia policial . Con ese criterio "enciclopedista"( meterle un sarta de conocimientos en la cabeza a los policías y nada de desarrollar las especialidades ), vemos por ejemplo que el Instituto Nacional de Altos Estudios Policiales ( INAEP), institución del más alto nivel académico de la PNP, donde estudian este año 80 coroneles, durante todo un año ( se imaginan el presupuesto que tira por la borda el país ), están más abocados a estudiar las “ciencias puras”, inversiones, contabilidad, presupuesto, etc. Pero nada sobre seguridad ciudadana , nada sobre ciencia y técnica policial , nada sobre cómo desarrollar y mejorar la aplicación de las disciplinas que conforman la ciencia policial ( inteligencia policial, investigación criminal, criminalistica, seguridad , administración policial ).

Esta institución debería estar abocada a diseñar, por ejemplo, los futuros patrulleros policiales o vehículos policiales con tecnología “chola” para que la seguridad ciudadana llegue a los màs necesitados; vehìculos que puedan desplazarse en los arenales de Villa El Salvador o en los asentamientos humanos o barrios marginales de Ventanilla ; asimismo, estudiar còmo mejorar los reglamentos de la policía para el uso de las armas para mantener el orden interno democrático , concepto que también deben ser desarrollado dentro de la doctrina policial , en el punto que corresponde al análisis semántico- conceptual de la policía como institución .

La doctrina policial nos dice que la policía es una institución del Estado , pero siempre de un determinado Estado ,como tal, constituye una institución “política” y se identifica con el sistema imperante del gobierno o régimen de turno , siendo penetrada por la ideología del gobierno . Si éste es represor , autoritario o radical, la policía asume sus características y se convierte en una policía represora , autoritaria y radical .

En un Estado absoluto o totalitario , la policía se convierte en el brazo represor y confidencial de dicho Estado . Igual sucede en un Estado de Derecho, la policía es de carácter democrática, transparente , abierta y es difícil que pueda ser sometida a convertirse en represiva porque está subordinada al poder constitucional . En un Estado Social de Derecho la policía está obligada a vincularse socialmente con la comunidad , aparece el modelo de gestión comunitaria , asume labores de asistencia social en todos los niveles y frente a las ideas de represión, acentúa la idea de la prevención .

Desde este punto de vista, para caracterizar a la policía es importante conocer la estructura socio-económica y política del Estado o gobierno de turno donde está enclavada .

Una nueva doctrina policial – lamentablemente no se ha avanzado nada en ella- debe enfocarse en el respeto de los derechos humanos, la subordinación de la policía a las autoridades constitucionales y la noción de que la policía brinda a la ciudadanía un servicio ajeno a toda consideración política , ideológica , de posición social , en contra de cualquier forma de discriminación .

Entonces, la policìa no debe ser vista como el guardián del Gobierno de turno, en su sirviente, en su brazo represor, el que mete balas y golpea con palos . La población debe sentirla como parte suya , parte del pueblo , que tiene un rol asistencial , que protege al ciudadano y que acude lo más rápido a su llamado de auxilio .

La historia es buena maestra y nosotros somos malos alumnos.

Al final, la policía, principalmente el comando policial que se alinea al gobierno de turno , todos sin excepción, sufren la “Ley del efecto político “: toda decisión política o social , influye positiva o negativamente en la función policial y muchas veces con efectos determinantes .

Revisen la historia reciente y pregunten cuantos policías están detenidos o encarcelados por mantener el orden intern" el orden interno se mantiene con autoridad y balas, si es necesario ".

El polìtico se va a sus cuarteles de invierno, acariciando su fortuna hasta un nuevo amanecer cuando vuelva a presentarse como candidato. Los policías que fueron el brazo represor, que se desvelaron por mantener el orden interno de un gobierno autoritario, se van a la cárcel O serán los "chivos expiatorios" de los errores que cometió ese gobierno . Serán víctimas o presa de la ley del efecto político o de la ley de la responsabilidad reflejada ( el ente policial recibe siempre por reflejo la responsabilidad d muchos hechos o disposiciones gubernamentales que no han causado ni siquiera, lo habían pensado).

El caso del General PNP Luìs Sanchez Arias( incendio en Meza Redonda) es un ejemplo viviente de como se convierte un general en víctima de la " ley de efecto político " o en "chivo expiatorio" de los errores cometidos por otros, el alcalde de Lima y el ministro del Interior de aquel entonces.

Por eso es importante desarrollar en la doctrina policial el concepto de “ orden interno democrático”. En la constitución de 1933 aparece el término de “orden interno” ,constituyendo a partir de allí que la policía tiene como deber mantener el orden interno , concepto que no existe en la doctrina policial comparada , siendo su origen netamente nacional . Tradicionalmente siempre se ha recurrido al concepto de orden público y actualmente, por el influjo de las nuevas corrientes criminológicas, el de seguridad ciudadana que domina el discurso policial moderno , pero que en realidad pocos conocen lo que significa y el alcance que tiene la seguridad ciudadana que está amarrada también a la contaminación ambiental, a los medios de transporte y la pobreza en un país ( lugares donde impera la pobreza son proclives a la delincuencia ).

La policía nacional no debe estar subordinada al gobierno de turno – aunque el político hábilmente coloca en la cabeza a generales que pueden ser manipulados o utilizados como títeres- sino debe estar subordinada al poder constitucional o al poder público legítimamente constituido .

La policía es el pueblo convertido en autoridad y su misión es mantener el orden interno, pero principalmente el "orden interno democràtico", no cualquier orden . Es el orden interno dentro de un Estado de Derecho, no el orden dentro de un Estado Totalitario , Estado Absoluto o Estado Represor.

Entonces, antes de dispararle a los campesinos que reclaman sus derechos, equivocados o no, debe pensar el policía en que su rol es defender y mantener el orden interno democrático y si asì no lo hace, en un futuro no muy lejno, pagará con creces ante la historia cuando se les juzgue con la la del efecto político y la ley de la responsabilidad reflejada.

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