martes, 29 de septiembre de 2009

César Hildebrandt es César Hildebrandt


Una vez a Marco Tulio Cicerón, le hicieron esta pregunta :“¿ Se puede saber por qué alabas a ese joven?”- se referían a Cayo Octavio Turino , quien después se convirtió en Augusto , el más grande de los emperadores romanos – el anciano , mirando por encima del hombro para comprobar que no era escuchado , respondió a su interlocutor : “ El joven debe ser alabado”.
.“¿Debe?”- preguntó su amigote.- “Debe”- dijo Cicerón-, debe ser alabado, condecorado , y después, eliminado.

Esta sabia respuesta , ilustra y nos ayuda a comprender lo que viene ocurriendo con el periodista , César Hildebrandt, quien se ha alejado del Canal 11 , y según dicen , es porque no aceptó de que el “Hermanón” intente direccionar y fiscalizar el contenido de su programa .

El congresista y dueño del canal debe estar arrepintiéndose de haberlo contratado porque ha recibido una retahíla de adjetivos : arrogante, egocentrista, escasa sensatez, de conducta patológica, voracidad solapada que lo lleva a controlar el periodismo , que se facilita cuando algunos propietarios ceden en lo principal para avanzar en los negocios.

El “Hermanón”, era consciente de que tarde o temprano , esta situación iba a presentarse , pero prefirió correr el riesgo de contratar a César Hildebrandt .

No es fácil llegar a ser empático con una persona que evidencia tener un carácter y personalidad tan compleja.

Lo hemos visto en la TV manejando temas que requieren mucho coraje como es la corrupción y exponerlos ante la opinión pública a riesgo de su propia integridad.

Pero a veces, también lo hemos visto complaciente , benévolo , claudicante , con personajes corruptos y de doble moral .

Pero en fin, César Hildebrandt es César Hildebrandt .

Hasta esas pequeñas dobleces o deslices se le perdona.

Su nombre pesa y su sólo pronunciamiento, despierta pasión, respeto, odio y precaución .

Por eso que muchos prefieren tenerlo más lejos que cerca .

Nadie niega que sea uno de los hombres más inteligentes ,valientes del periodismo y que brilla con luz propia en medio de un ambiente en donde la inteligencia y el arte escasea ; en donde la creación y la originalidad es es sistemáticamente excluida del discurso dominante .

César Hildebrandt ya tiene ganado su sitial en le periodismo por el coraje, valor y la honestidad en el tratamiento y divulgación de la noticia.

Claro, tomando en cuenta de que es un ser humano y que nadie es perfecto, algún defecto debe tener. Pero hasta en eso se le perdona, porque César Hildabrandt es César Hiildebrandt.

Una rara avis in terre, nacido para incomodar, tal vez se adelantó a su tiempo, debió haber nacido cien años adelante.

Es de aquellos que no tienen cabida en sociedades como la nuestra , caracteriza por ser deshonesta, hipócrita, con terreno fértil para que triunfe el truhán, el mercenario, el ladrón, el corrupto: una país surrealista en donde todo esta invertido.

Pese a los defectos y debilidades que pudiere tener, César Hildebrandt , como todo humano , inspira y seguirá inspirando , simpatía, respeto, y muchos desde ya le han perdonado sus ofensas y diatribas .

Al César lo que es del César .

Todo está compensado por su agudeza , inteligencia y valor para tratar la noticia y enfrentar la corrupción .

Pero, así como es hábil , inteligente , tiene coraje y habilidad , carece de habilidad para comprender los juegos del poder y los intereses en la prensa .

No se da cuenta – o no quiere aceptar – de que mayoría de los medios de prensa se han convertido en caja de resonancia del Gobierno o de los intereses de grupos económicos en donde personajes como él no tienen cabida.

Sin lugar a dudas, César Hildebrandt es de esos seres humanos que están hechos de pares encontrados : amado y odiado .

Se la admira y se le respeta por sus facultades, su poder de raciocinio, brillante memoria, lucidez, habilidad literaria, profundidad en sus pensamientos, energía , su pertinaz defensa de la dignidad , autonomía, libertad de expresión, honor .

Pero , también se le odia y teme .

Pero en fin, César Hildebrandt es César Hildebrandt .

Odiado o amado, es de aquellos que tienen la virtud de mantener vibrante la ilusión y esperanza en un país en donde nadie parecer creer en algo y que se precipita en un intercambio de banalidades en la fangosa cultura moderna de la sospecha.

Sin lugar a dudas, César Hildebrandt es fiel seguidor de esa tremenda consigna que dejó Gonzáles Prada : “¡ Seamos verdaderos!”.

Lo he visto pecar de soberbia - ese pecado favorito de Satanás- de perder la calma, de engreimiento, de intolerancia, de complacencia con algunos corruptos, pero al final, César Hildebrandt sigue siendo César Hildebrandt : odiado y amado a la vez , una inspiración para muchos en este país de tantas carencias, con gentes tan desconcertantes y tal proclives al inmediatismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Le recomiendo leer "el enano" de Fernando Ampuero, Mi Coronel. Washentela.