domingo, 11 de noviembre de 2012

Irracional modificación de ley de armas.


Por: Dardo López Dolz M.
 11NOV2012.
El proyecto de modificación de la Ley 25054, aprobado por el Congreso, es un ejemplo de lo que el desconocimiento y el apresuramiento efectista pueden producir, y debiera ser observado por el Presidente, so riesgo de empeorar lo que quiere mejorar.

Además de no añadir valor alguno, repitiendo requisitos y restricciones que ya existen en la legislación vigente, otorga tal discrecionalidad a la Dicscamec, que no es difícil esperar corrupción en el futuro. Las leyes deben tener vocación de vigencia más allá de la confianza en los que ocupan hoy un cargo.

El proyecto no soluciona el evidente problema actualmente causado por malos policías y malos militares que compran grandes cantidades de balas por valor superior a su sueldo, sin límites ni controles, que sí tenemos los tiradores civiles, derivándolos a la delincuencia.

Pero es en las prohibiciones donde está la mayor metida de pata: "Se prohíbe la importación y uso de armas calibre 9 mm" (conocidas comercialmente como 9 mm Parabellum o 9 mm Luger, hoy de posesión restringida), arguyendo un gran poder destructivo sustentado únicamente en "conocimiento" proveniente del cine de acción, ignorando los resultados de los estudios de balística del FBI acerca del real poder de detención de una 9 mm.

Se empuja hacia la ilegalidad a miles de ciudadanos honestos que cuentan con licencia para porte y uso, sea para seguridad (empresarios o guardaespaldas de empresarios y funcionarios), sea para deporte (hay varias modalidades no olímpicas, pero muy populares, como el IPSC), dejando como única fuente el mercado negro, tal como ocurrió en el pasado.

Considerando un precio promedio de $1200, es fácil prever que si se sugiere un confiscatorio e inconstitucional "internamiento" o venta forzada, ello motivaría que sean declaradas "robadas" o "perdidas" y se poseerán o venderán ilegalmente.

Sin mencionar que deja en el limbo a los lotes de armas y municiones legalmente importados en stock por las tiendas autorizadas y los embarques marítimos en viaje.

El origen de esta prohibición es la incapacidad de las FF.AA. y la PNP para evitar que su munición en ese calibre sea vendida en el mercado negro. Es decir, se propone sancionar a ciudadanos honestos, respetuosos de la ley, por incapacidades administrativas no resueltas en el ámbito militar y policial.

No soluciona ningún problema relativo a la actual inseguridad, sanciona a ciudadanos respetuosos de la ley, incentiva la no renovación y favorece a los delincuentes empujando las armas (hoy legales y rastreables) hacia el mercado negro, a la vez que hace atractivo el mercado negro de municiones.

 Un completo mamarracho.

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