jueves, 19 de septiembre de 2013

LA MASACRE EN LA BASE NAVAL DE WASHINGTON D.C.



Tiroteo  dejó 13 muertos y 10 heridos.

La doctrina de seguridad integral nos ensena que los  asuntos de seguridad de instalaciones es como  utilizar  o maniobrar con explosivos: “El primer error es el último” . 

No  existe  posibilidad de retorno o regresar al pasado porque cuando el  enemigo logra su objetivo, los agentes de seguridad cavan su propia tumba.

Los numerosos atentados que sucedieron en el pasado con los trágicos resultados de muerte y heridos, deben servir de experiencia histórica para todos aquellos que se dedican a la seguridad. Los hechos históricos tienden a repetirse y el pasado ilumina el futuro. El mundo ha sido siempre igual, las mismas cosas vuelven con distintos nombres, bajo diferentes colores. Tratamos de cambiar el mundo, pero no esperemos demasiado, el río de la historia sigue siendo el mismo.

Esto también se presenta en los atentados contra las instalaciones y las personalidades. El agente de seguridad de instalaciones nunca  debe olvidar de que en las operaciones o dispositivos de protección nunca es posible prestar un servicio que ofrece un ciento de efectividad.

No obstante que se esfuercen por aplicar las más modernas técnicas de prevención e intervención de la especialidad, así como con una adecuada información y coordinación interior y exterior, nunca se va a poder alcanzar un porcentaje que se aproxime a ese cien por ciento, garantizando la seguridad de una instalación o la vida de las personas que en ella viven o trabajan ,  porque la vida es un acertijo divino propuesto por un comediante divino y no nos damos cuenta de las cosas, hasta cuando es demasiado tarde ; por lo tanto, no existen garantías planas de que mañana más tarde , cualesquiera , puede ser víctima de un atentado , asalto, atropello o muere.

El ataque terrorista del  martes 27 de setiembre en la  sede naval en Washington, a las 08:04 pm, se supone, unos de los lugares más seguros del mundo,   demostró que estas premisas en cuanto a seguridad de instalaciones y personalidades, siguen vigentes.


Las investigaciones preliminares han determinado que La Marina obvió controles de seguridad en varias bases para ahorrar recursos, según ha revelado el  Pentágono.

El atacante, abatido por la policía, fue identificado por el FBI como Aarón Alexis, un afro estadounidense de 34 años residente de Fort Worth (Texas, centro-sur), ex soldado con  antecedentes de violencia; sin embargo, las primeras informaciones sobre el pasado de este ex reservista de la Marina y sus problemas de comportamiento, plantean la interrogante de cómo pudo haberse producido el ataque, uno de los peores ataques en una instalación militar estadounidense desde el asesinato de 13 militares en Fort Hood, Texas, en 2009,  en pleno corazón de la capital federal.



Alexis tenía una habilitación de seguridad para trabajar en el Edificio 197 de la Marina, en el cual entró el lunes a las 08H20 locales (12H20 GMT) y donde abrió fuego.

El FBI busca determinar las razones que tuvo Aarón Alexis, un hombre con problemas psicológicos y pasado violento, para matar a 12 personas en Washington, en un complejo de la marina estadounidense, sometida a fuertes críticas por los fallos de seguridad en sus instalaciones.

Lo cierto es que el atacante entró a la Sede Naval como en su casa, por medios legales, no obstante que era  conocido por sus ataques de ira, motivo por el cual fue arrestado el  2004 en Seattle (Washington, oeste) por disparar a los neumáticos de un automóvil fuera de su casa, y  el   2010,  en Texas , por disparar al techo de su vecino.

La Marina, donde sirvió desde 2007 a 2011, le imputaba varios episodios de mala conducta e insubordinación, y buscó despedirlo. Sin embargo, no fue objeto de ningún procedimiento judicial y abandonó el uniforme con honores al año siguiente.


Su padre hizo mencion de que Alexis no podía controlar su ira y  había hecho referencia a estrés postraumático desde los atentados del 11 de setiembre de 2001, según un informe de la Policía publicado en el sitio Seattle.gov.

Al momento del tiroteo, Alexis trabajaba como informático para un subcontratista encargado de la actualización de la red interna (intranet) de la Marina.

El alcalde de Washington, Vincen Gray  , en una entrevista a la CNN, se preguntaba intrigado de  cómo pudo esto llegar a pasar , sobrepasa el entendimiento, ya que es  difícil de creer que una persona cualquiera como este hombre haya podido obtener las autorizaciones y las calificaciones para entrar a la base.

Podrán en un futuro inmediato mejorar los   procedimientos de habilitación de seguridad para evitar que ingrese una  persona que presente  un riesgo potencial de seguridad  o realizar periódicas "revisiones físicas de seguridad" en las bases , pero nada cambia que ahora los responsables de seguridad tendrán que responder por los errores y negligencia cometidos en una base que se consideraba la más segura del país , que habrían cometido tremendos fallos en los  controles de acceso a edificios de la Marina.

Los motivos del atacante aún no se conocen y la policía pide a la población ayuda para obtener información sobre "sus movimientos recientes, sus contactos y sus conocimientos", explicó Valerie Parlave, responsable del FBI encargada de la investigación.

El alcalde de Washington se negó a especular sobre los motivos de ataque, pero hizo referencia a los recortes del presupuesto que afectan al gobierno federal y a la Defensa, y que podrían haber provocado una baja en la seguridad en el complejo de edificios llamado Washington Navy Yard, donde trabajan unas 3.000 personas.

Lo cierto es que uno de los  lugares más seguros del país ha sido vulnerado y lo  que pueda descubrirse o los motivos que tuvo el atacante, son cuestiones de segundo grado, es como decimos en nuestro país:  “Llorar sobre la leche derramada”.


Los responsables de la seguridad de la Base Naval de Washington  se olvidaron que en asuntos de  seguridad es como maniobrar con explosivos: “el primer error es el último” .

No hay comentarios.: