domingo, 13 de octubre de 2013

EL RECUERDO DEL CHE GUEVARA EN EL 46 ANIVERSARIO DE SU ELIMINACION ( 8 OCTUBRE 1967)

El recuerdo de Che Guevara perdura en La Higuera .

9 de octubre 2013 Cubadebate

Monumento al Che en la Higuera, Bolivia Monumento al Che en la Higuera.
Monumento al Che en la Higuera, Bolivia
Monumento al Che en la Higuera.
Es una aldea perdida en la geografía de Bolivia y está hoy en el centro de las ilusiones y utopías de la revolución en América Latina porque precisamente allí murió un hombre y nació un mito: el del Che Guevara.
El poblado campesino de casas miserables de adobe y paja se llena de turistas y peregrinos que recorren el último lugar del mundo que vio con vida al guerrillero argentino-cubano, al sitio que se llevó su último pensamiento y su última mirada. Así ocurre a inicios de octubre, cada año.
Es un caserío de apenas 50 almas, una especie de valle rodeado de montañas de vegetación espesa, pero hace 46 años se convirtió en uno de los lugares de referencia para la izquierda latinoamericana, en el núcleo pospuesto de la revolución continental.
Hoy, casi medio siglo después de aquellos hechos, de que las balas y los ideales del Che removieran la dictadura de René Barrientos y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, los habitantes de La Higuera han creado una especie de culto profano a la imagen del guerrillero, al que consideran un santo y le ruegan por milagros, le ofrecen flores y le encienden velas.
Delegaciones de Cuba y Argentina, entre ellas el hermano menor de Guevara, Juan Martín, acudirán al poblado para realizar un acto de recordación, al cumplirse 46 años del asesinato en una vieja escuelita que todavía se conserva como sitio de culto.
Muchos de los pobladores de La Higuera recuerdan aquel día de 1967, y algunos hasta cobran por contar la historia, pero todos son conscientes de que desde aquel 9 de octubre, nada volvió a ser igual en ese caserío al sureste de Bolivia.
Julia Cortez, una maestra jubilada, dice que ella fue la última en ofrecerle un plato de comida al Che, una sopa de maní, y cómo él le reprochó que siendo maestra, hubiera escrito ángulo sin tilde en el pizarrón de la escuela.
Algunos cuentan cómo al caer la tarde, unas ráfagas estremecieron la noche y entonces entendieron que el preso de la escuelita había sido asesinado.
El verdugo de Guevara, el ex sargento boliviano Mario Terán, relató a su ministro del Interior, Antonio Arguedas, cuáles fueron las últimas palabras del Guerrillero. Dijo a su captor: ¡Serénese y apunte bien! ¡Va usted a matar a un hombre!
Terán contó que quedó estremecido por esas palabras, dio un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerró los ojos y disparó la primera ráfaga.
(Con información de Prensa Latina)

 

 
 
 


El Che según el Subcomandante Insurgente Marcos 

por Resistencias Populares
Miércoles, 09 de Octubre de 2013 15:00



Ernesto Guevara
Ernesto Guevara
...Y ese argentino por accidente y latinoamericano por vocación, que en 1966, después de haber estado en ninguna parte, un hombre preparaba la memoria y la esperanza para que la vida volviera a América.
Ramón era entonces su nombre de guerra.
En uno de los muchos rincones de la realidad americana, este hombre recordaba, y en sus recuerdos vivían de nuevo todos los hombres y mujeres que vivieron y murieron por la vida de América.
Su nombre y su recuerdo fueron enterrados por los sepultureros reiterados de la historia. Para algunos se llamó Ernesto y se apellidó Guevara de la Serna.

Para nosotros fue y es el Che.

En Punta del Este denunció la política del poder que, desde las oficinas del Banco Mundial, proponía la construcción de letrinas como solución a las graves condiciones de miseria de los países de América.

Desde entonces, la pobreza de América se ha desarrollado en la misma proporción en que sus riquezas han sido saqueadas por los ricos de siempre.

La "letrinocracia" también evolucionó pero sólo en el nombre.

En uno de los países de América tomó el paradójico nombre de "solidaridad".

Sin embargo, a pesar de los espejismos nominales, el funcionamiento básico de la "letrinocracia" sigue siendo el mismo: hoy, como ayer, a los pobres les toca estar en el fondo de la letrina, y a los ricos les toca sentarse en ella.

Ciudadano del mundo, Che recuerda lo que ya sabíamos desde Espartaco y que a veces olvidamos: la humanidad encuentra en la lucha contra la injusticia un escalón que la eleva, que la hace mejor, que la convierte en más humana.

Hace unos años el Che soñaba y repetía el sueño de una realidad transformada, nueva, mejor.

EL SUEÑO DE LA REBELDÍA.



ARGENTINA


El Che fue homenajeado con fervor revolucionario en el centro de Buenos Aires
 
El acto, realizado en Plaza del Congreso, fue convocado por el Frente De Resistencia Nacional (Convocatoria Por La Liberacion Nacional y Social, Resistencia Popular, Militantes por la Revolución Socialista, Movimiento Brazo Libertario y Militancia Guevarista) y TODU, bajo la consigna  “Hoy el Che y su rebeldía nos convoca a luchar por un hombre nuevo y una sociedad nueva sin explotadores ni explotados uniendo el antiimperialismo y el socialismo para lograr la verdadera liberación de nuestro pueblo: la patria socialista”. También estuvieron presentes con adhesiones Euskal Herriaren Lagunak (Amig@s del Pueblo Vasco: Capítulo Argentina), el Partido Revolucionario Marxista Leninista y  el Foro Permanente De Ex Presos Y Perseguidos Políticos Del Estado De Sao Paulo Brasil.
Después de que los congregados cantaron el himno nacional argentino y se escuchó la icónica “Hasta siempre comandante”, el periodista  Herman Schiller presentó el acto, señalando: “Ha muerto un revolucionario, viva la revolución”.  Puso énfasis al manifestar que el Che es un ejemplo de vida y de hombre nuevo, “no fue un superhombre, fue uno de los nuestros, de los que luchan, de los explotados, el Che es del pueblo”.  “Nos da asco que los enemigos del pueblo, como los diarios, la radio y la tv del sistema, tanto del gobierno como de la oposición de derecha, ejes habituales de la falsificación de la realidad, hoy le canten loas al Che. Ellos baluarte del régimen de desigualdad e injusticia a lo mejor piensan que como físicamente está muerto, el Che es algo del pasado. Pero nosotros decimos que el Che está vivo y pelea con nosotros para destruir los monopolios, para derribar este sistema opresor y caduco, para edificar una sociedad socialista”, reflexionó Schiller.
“El Comandante Guevara dejó un camino marcado para una revolución latinoamericana y mundial que debe ser antiimperialista, antioligárquica y antimonopólica. Ser guevarista es pelear en la forma en que fuera, es equivocarse pero luchar, el que no lucha no se equivoca” aseguró Eduardo Soares de Convocatoria por la Liberación Nacional  y Social. También recalcó la importancia de inculcarle a los jóvenes que el Che no es solo una figura decorativa, se puede ser como él peleando, organizándose, solidarizándose y que  nunca hay que bajar los brazos.  “Como no los bajó nunca el comandante Guevara y los compañeros y compañeras que después de haber caído en combate con su fusil, surgieron nuevas manos para levantarlo una y mil veces”. Estamos en un momento, en una época, donde no podemos dar marcha atrás porque los que avanzan son los que nos explotan, nos humillan, nos llevan a un nivel de indignidad” afirmó Soares.
Luego, habló Lili, por Militantes por la Revolución Socialista, quien señaló:
“Sabemos que sin socialismo no hay futuro. Seguimos luchando por todos los pres@s políticos, no más desaparecid@s en democracia, fuera el imperialismo de América Latina, derogación de la ley antiterrorista, contra la criminalización de la protesta social y política, por la unidad de los revolucionarios, por la autodeterminación de los pueblos y por los derechos humanos de ayer y de hoy.  ¡A resistir para vencer, viva el Che Guevara!”.
Al evocar el triunfo de la Revolución Cubana sobre la explotación de la burguesía del imperialismo norteamericano y local, César, de Militancia Guevarista remarcó que no se trata de copiar modelos, cada pueblo en América irá construyendo el socialismo a su manera, desde su historia y realidad, pero se debe fijar la mira en terminar con la burguesía que  tiene miedo a los pueblos cuando despiertan”.
El integrante de Militancia Guevarista recordó: “En el 2001 temblaron de miedo aquí cuando el pueblo en la calle repudio a los politiqueros y a los partidos de la burguesía.  Que se vayan todos, decíamos y después qué ocurrió?: Faltaron las ideas del Che, no alcanzó con la indignación. Entonces se quedaron los mismo de siempre, los burgueses, y acorralados, se pusieron de acuerdo.  De ahí que, podemos soñar con fuerzas que el cambio no es sólo necesario e imprescindible, es posible y nuestra obligación hoy, es como decía el comandante, una sola: y es la de hacer posible la revolución”, culminó Cesar.
El sol se perdió detrás del Congreso, los puños se levantaron en lo alto y se escuchó  “La Internacional” como símbolo de la lucha mundial de la clase trabajadora y del internacionalismo inculcado por Ernesto Che Guevara.
Tomado de Resumen Latinoamericana



El Che grande, muy grande, enorme

http://kaosenlared.net/media/k2/items/cache/3b65050765f10da381d42683319e6410_XL.jpg 

por Ana Navez
Miércoles, 09 de Octubre de 2013 00:34



"Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo"
Es la cualidad más linda de un revolucionario", de esta manera se despediría de sus cinco hijos el Comandante Ernesto "Che" Guevara, al partir de su querida Cuba hacia nuevas luchas por la redención de los pueblos.
Altruismo, valentía, solidaridad, internacionalismo, amor a la humanidad y la vida, compañerismo y  entrega absoluta por la convicción de que nada vale más que la libertad plena del ser humano, son algunas de las características que describen a este médico argentino-cubano líder de la Revolución Cubana, quien -como dijera Fidel Castro- fuera pionero en el trabajo voluntario como ejemplo moral en la construcción de la mujer y el hombre nuevo, necesarios para avanzar hacia una sociedad socialista donde impere el bien colectivo.
"Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada", escribiría en la breve misiva a sus pequeños hijos e hijas, en una muestra de entrega total a la lucha internacionalista de combatir el imperialismo donde quiera que esté.
Era el año 1965, seis años después del triunfo de la Revolución Cubana, Guevara se despide también del comandante Fidel Castro, y renuncia a sus cargos en la dirección del Partido, de Ministro y del grado de Comandante, para luego arribar hacia a la República Democrática del Congo y luego a Bolivia, con el fin de apoyar movimientos de liberación nacional.
Un año antes, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Guevara destaca el ímpetu que se levanta en Latinoamérica contra los gobiernos dictatoriales, serviles al imperialismo norteamericano, y condena el asesinato perpetrado por la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) contra Patrice Lumumba, líder congolés anticolonialista, vislumbrando las causas que lo llevan a apoyar el movimiento insurgente del país africano.
"Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos", escribió el Che en la carta que en octubre de 1965 leyera Fidel en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba.
"En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté", sentenciaría el comandante Guevara en la misiva entonada por Fidel como un canto frente a la multitud que lo escuchaba.
Tras no lograr sus objetivos en el Congo, en 1966 el Che se dirige a Bolivia para encabezar una guerrilla en contra de la dictadura militar de René Barrientos.
En esa época el continente suramericano estaba plagado por regímenes autoritarios represivos apoyados por Estados Unidos a cambio de esquilmar las inmensas riquezas de la región, por lo que la lucha armada de diferentes movimientos guerrilleros se generaba como respuesta de los pueblos empobrecidos y vilipendiados.
Sin el apoyo de algunos sectores de la izquierda boliviana, después de ganar varios asaltos al ejército de ese país, pero enfrentando severos problemas logísticos, el líder guerrillero fue herido en combate y detenido por soldados locales el 8 de octubre de 1967, asesorados por los rangers estadounidenses y agentes de la CIA, en la quebrada del Churo y trasladado a la escuela de La Higuera, a 50 kilómetros de Vallegrande, departamento de Santa Cruz, donde sin juicio previo fue asesinado y sepultado en un lugar desconocido, hasta 1997.
"Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che!", exaltaría el comandante Fidel Castro, el 18 de octubre de 1967, en una velada solemne a su memoria en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Además de médico, político, escritor y periodista, el Che Guevara fue ejemplo del Hombre Nuevo, necesario para avanzar con paso firme en la construcción de una sociedad socialista, para un mundo mejor. Porque tal como expresara en su escrito El socialismo y el hombre en Cuba: "la revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario".
Un gigante
En una entrevista a modo de documental titulada "Cuando pienso en el Che", en 1987, el comandante Fidel Castro, señala la causa por la que el imperialismo desaparece sus restos mortales.
"Los yanquis quisieron desaparecerlo. No obstante, el Che se convirtió en un gran símbolo para el mundo entero. El hombre ejemplar, revolucionario, heroico", expresa. Y así es, Ernesto Che Guevara se convirtió en un gigante que transcendió a la muerte, como solo los grandes hombres de la humanidad pueden hacerlo.
El Che Guevara se mantuvo firme hasta el último momento. "¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!", dijo al tembloroso soldado boliviano, Mario Terán, a quien le dieron la orden de ejecutarlo.
Diez años después, Terán confesaría a la revista Paris Match que fue el peor momento de su vida y que dudó como 40 minutos antes de asesinarlo porque lo veía "grande, muy grande. Enorme".
"Muy grande lo veía, era un gigante. ¡Claro que tenía que verlo grande! aquel enano que no fue sino la mano del imperio tembloroso cumpliendo la orden de ejecutarlo", expresaría el comandante venezolano Hugo Chávez, al recordar al guerrillero heroico, quien es figura ejemplar de los procesos de cambio que desde hace más de una década vive Latinoamérica.
Ana Navea AVN 



¿QUÉ DIRÍAS, ERNESTO?

Ernesto ”Che" Guevara ( June 14,[1] 1928 – October 9, 1967), commonly known as el Che or simply Che, was an Argentine Marxist revolutionary, physician, author, intellectual, guerrilla leader, diplomat and military theorist. A major figure of the Cuban Revolution, his stylized visage has become a ubiquitous countercultural symbol of rebellion and global insignia within popular culture.
¿Qué dirías, Ernesto, si pudieras ver tu imagen flamear en las banderas de quienes entregan todo lo nuestro a los poderosos del mundo?

¿Qué dirías Comandante, si fueses testigo de este presente dónde los que se dicen "populares" gobiernan para llenarle aún más los bolsillos a los patrones?

¿Qué, ante la soberbia que atropella al pobrerío y los echa de sus pedacitos de tierra, para entregárselos a las corporaciones multinacionales de la soja, de la minería, del gas y del petróleo?

¿Qué, ante los que pagan una "deuda" al poder financiero que la provocó, y dicen que "eso" es "soberanía"?

¿Qué, ante los que le ponen techo a los sueños proletarios, y procesan y encarcelan y reprimen a los que no se conforman y protestan?

¿Qué, ante los que se regocijan con Harvard y denostan a La Matanza?

¿Qué, ante los traidores que mancillando la enseña roja, las hoces y los martillos, apoyan y aplauden semejantes desatinos?

Cuarenta y seis años después, esa coherencia que fue tu estandarte, no encuentra espacio en nuestra tierra.

Habrá que construirlo, Comandante, enterneciéndonos sin perder la dureza necesaria, para lograr hacer realidad el sueño por el que luchaste y entregaste tu sangre y tu vida generosas

Ése será nuestro mejor homenaje, hermano, camarada

                                                                         
Gustavo Robles


No hay comentarios.: